Universitat Rovira i Virgili

Ruth Eliana Zevallos Balabarca: "Preocupación por el incremento del consumo de carne durante la pandemia"

Cada vez menos gente opta por una alimentación basada en una dieta mediterránea, dejando de lado así, una gran parte importante del patrimonio gastronómico local y sumándose al gran sector alimentario de la comida rápida o Fast food, cuyo ingrediente principal suele ser la carne y demás productos de origen animal, y que aparte de ser apetecible para mucha gente, también es una forma de ahorrarse tiempo cocinando.

Si bien, actualmente, la mayor preocupación es el incremento del consumo de carne en los hogares españoles en el último año, en aproximadamente un 10,5% respecto al 2019, y que aparece como consecuencia de la pandemia del covid-19 y las cuarentenas que han obligado a bares y restaurantes a cerrar durante meses.

Las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, pidiendo que los ciudadanos disminuyan la ingesta de carne por motivos de cuidado de la salud y del medioambiente, han despertado la indignación de la industria cárnica y entre ellos, del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que considera que perjudicaría enormemente al sector cárnico y todos los que subsisten de ello.

Por lo tanto, vemos aquí un amplio debate con muchas opiniones contrarias y que podría nunca llegar a un acuerdo, sobretodo tras el infructuoso intento del presidente, Pedro Sánchez, de zanjar el problema haciendo una broma sobre "preferir un chuletón al punto". Si bien, esto no hará desaparecer el hecho de que la ganadería es responsable de la emisión del 14,5% de los gases de efecto invernadero y su producción y consumo suponen el 45% de la huella climática de España. También promueve la deforestación, siendo esta responsable del 41% de la destrucción de selvas tropicales, en comparación con la deforestación para la producción de madera o de papel, que ronda tan solo el 13%.

Este conflicto no desaparecerá de la noche a la mañana pero aún así, los datos alarmantes permanecen y suponen un gran impacto ambiental del que no mucha gente es conocedora y cuya solución no es necesariamente una eliminación total de su consumo, sino una reducción parcial que sin darnos cuenta, llevábamos haciendo previamente al inicio de la pandemia. Así pues, es indispensable informar y educar a la población sobre las circunstancias actuales para dirigirla hacia una dieta saludable y sostenible, que beneficiaría no solo a nosotros mismos, sino también nuestro planeta.

Compartir

  • Twitter
  • Google+
  • Facebook
  • Linkedin

Subir